sábado, 26 de abril de 2008

Cap X “confusión”


Pasaron uno dos días, Richard soñaba con Pamela un era por fin una mujer inteligente bella tenia que hacer que ella lo amara, pregunto a Marie sobre los gustos, inquietudes y detalles de la joven, la secretaria le confesaba todo apenada de que el no la notara.

Una mañana llego Pamela a la oficina bebió el café hecho por ella y unos sabrosos omelettes preparados por Marie, dejando en el plato un solo bocado corrió a contestar el teléfono era de trabajo obviamente. En eso Richard pregunto a la secretaria por su jefa esta le señalo la puerta el entro espero que ella dejara el teléfono para empezar a hablar, ella desde el teléfono lo vio entrar pensó molesta: “¿Qué se cree este hombre?, entra sin tocar la puerta o dejar que Marie me avise, tendré que ser amable con él y escucharlo, colgó el teléfono saludo amablemente al joven y le pregunto a que se debía su presencia.

Richard, hablo humildemente le pidió dulcemente que lo acompañara en la tarde a almorzar, que el la esperaría en su auto gris en la entrada principal de la empresa, la joven al notar el cariño con el que el describía cada palabra se afligió por lo que sentía por el ese rechazo que le provocaba y acepto la invitación. El joven salió contento de la oficina quería contarle a la secretaria amiga pero no la vio, sobre el escritorio de esta hallo café, lo probo no le gusto mucho probo un pedazo que quedaba del omelette y lo encontró demasiado rico, pensó lo debe haber hecho Pamela, suspiro y partió.
A las dos de la tarde en punto estaba ahí el auto, fueron a comer a un negocio esplendido de mariscos el recordaba cada detalle, la llevo por el bajativo a una cafetería que desprendía olor a “Flores tibias”, ella encantada con todo lo que le ofrecía al joven, lo hizo confidente de toda la historia de su amor y como Víctor la había dejado por su prima mas bella. Al finalizar el almuerzo volvieron al trabajo, el solicito poder ir a visitarla por la noche ella coqueta respondió que lo pensaría.

Víctor esa mañana amaneció con dolor de estomago, camino hacia la plaza se sentó sin poder llegar a la hacienda, sabia que con ese humor mejor no iba a trabajar o podriría el café, se dirigía mas triste que nunca con paso lento a un bar, cuando choco con Norma, el quiso saludarla y preguntar por su amada, pero la mujer molesta se alejo camino unos pasos lo observo y se dio cuenta de lo mal que estaba el joven, tomo sin vacilar la carta de su hija la ultima que le había enviado y leyó la ultima frase:
“…Bueno mama aquí todo va estupendo, dinero, trabajo todo genial pero aun me siento sola, nunca seré feliz como aquellos días pero estoy bien…”

Norma no aguanto volteo y le grito al joven: “Porque tan cobarde, porque no la buscas y la traes contigo”.

Víctor sorprendido respondió casi en lamento: “Usted señora sabe que la busque pregunte a todo que la conoció, viaje por todos los lugares donde ella podría haber buscado refugio y no la encontré, que mas puedo hacer ella me abandono, ella me mato.”

Norma: “Jóvenes tontos, la buscaste donde ella no estaría, si la conoces debiste suponer que ella no andaría dando pena con sus amigos, ella humillada por vanidad escapo a un lugar donde nadie la conociera”.

Víctor, se dio cuenta de su error era obvio, sin orgullo suplico a la mujer que le diera la dirección ella tiro el sobre a las manos del joven este, tomo el papel como si fuera el mapa de un tesoro lo guardo en el bolsillo de la camisa cerca de su corazón para sentirlo y camino hacia su casa, renovado.

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