Cap VI ¿Donde estas?

Víctor llego a los pies del avión proveniente de Europa, vio desde lejos la cabellera naranja corrió a buscarla cada vez que se acercaba mas daba un hermoso paisaje que llenaba a sus ojos al cogerla del brazo Camila pregunto:” ¿Quién eres tu?” (con una voz muy fría propia de la bella joven)

Víctor: “Soy el futuro marido de su prima que se ofreció venir a buscar a Ud. y a su madre”. (Él la miraba con admiración por su belleza, mientras la llevaba del brazo por la escalera del avión hacia la del auto, todo el pueblo observaba esperando una sonrisa de la joven).

No fue necesario mas de cinco minutos para que todos incluyendo Víctor notaran que la joven era preciosa pero del don tenia poco era mas amargada que alegre y muy fría, todos supieron que su buena Pamela era sin duda la heredera y todos fueron mas contentos al verificarlo.

Víctor asciendo nuevamente y ayuda a Franca a descender, ya los tres juntos en el auto, el les propuso un tour por la ciudad las mujeres asintieron felices, el mostro el pequeño árbol que crecía en la esquina de la plaza junto a una banca y que había plantado ya varios que crecerían en pocos días dado su magia y así una larga historia hasta llegar a casa de Norma.

Bajo del auto contento sintiéndose el dueño del pueblo porque junto a el viajaba Camila y su esposa seria Pamela, solo un segundo le basto a Norma para hacerlo caer fría e inquisidora la madre enterada de todo por la vendedora de café hasta de que su hija había escapado en un taxi quien sabe donde, le pregunto al joven:
¿Y su novia Don Víctor?, no estaba enferma, ¿no debería usted estar con ella?

Solo escucho las palabras él bajo maletas y sin despedirse de las damas corrió a su hogar busco a Pamela pero nada no estaba la joven por fin encontró una carta que se escondía detrás de una flor extraña en un masetero, leyó la carta:

“Víctor te dejo solo porque te amo
Siempre supe que buscabas la belleza
Yo no lo soy
Espero que seas feliz con ella
No me busques, por favor
No podría verte amar a otra
Pamela. “

Víctor desesperado pregunto a todos en el pueblo todos desconcertados no sabían nada, corrió a la iglesia y espero a la hora del matrimonio el pueblo curioso y asustado lo acompañaban pero Pamela no se presento, en eso un hombre pidió la palabra:
“Escuche mi buen muchacho hoy cuando todo el restos de los taxis se dirigían al aeropuerto, una joven dama paro el mío, la pobre desconsolada lloraba, me pidió que la llevara en dirección opuesta que el resto ella iba hacia la costa donde en el embarcadero había un Majestuoso crucero, la deje ahí ella me sonrió suavemente, le pregunto tímido ¿cuando volvería?, me miro y dijo, nunca los muertos nunca vuelven, tomo sus pocas prendas y marcho solo dejo este pañuelo mojado en lagrimas…”
(El hombre entrego el pañuelo a Víctor).
Al tomarlo sintió el aroma a vainilla y a avellana de Pamela, cayo de rodillas y se sintió observado y acusado por el pueblo quienes entendían todo y lo veían como único culpable, aunque todos lo fueron

Se paro corrió a la casa de Norma esta con odio le dijo “te lo buscaste niño caprichoso”, el giro hacia la casa de Verónica ella angustiada por la desaparición de su hermana menor entrego todo lo que tenia nombre direcciones de amigos y familiares de ellas que podrían servir de huella.

El con estas direcciones se fue durante un mes en búsqueda de su amada, quien afectada por un complejo que nunca le comento partió para no volver.