Cap I. "La Leyenda"

En un pequeño y hermoso pueblo donde nadie comprendía porque siempre fue florido pero nunca nacía ni un solo fruto comestible ni siquiera el café tan propio de la región, se decía que vivió la mujer más bella del mundo se llamaba Luisa era hermosa de ojos verdes grandes y cabellera naranja ni una flor tenia tanto color y vida como aquella mujer.

Además Luisa poseía un extraño poder era tan inmensamente feliz que la gente al verla se sentía inexplicablemente alegre y todo parecía mas bello, la leyenda dice que era por su marido Alberto, quien la amaba tanto que la había hecho la mujer mas feliz del mundo, ellos fueron los fundadores de “Flores Tibias”, un pueblo que a falta de arboles y sobra de flores tomo primero este apodo y luego el nombre, la misma mujer fue quien planto la mayoría de las flores del pueblo que parecía que se alimentaban de la tierra como terneros tiernos, brotando y floreciendo hermoseando cada calle y casa, hasta la iglesia parecía un adorno floral no era necesario llevar flores al cementerio porque en todo lugar donde uno no se paraba había una flor.

Luisa y Alberto no tuvieron muchos hijos solo dos Norma y Luis, personas de muy nobles corazón.

Norma se caso con Pedro un hombre con la mano tan suave que toda flor se dejaba ser cortada por él, para poder venderse al extranjero. Tuvieron una hija preciosa llamada Verónica se dice que era la heredera de la belleza de la abuela pero no del poder de dar alegría y hacer florecer toda semilla de flor.

Luis el más joven se caso con Franca una mujer buena y fuerte, extranjera muy bella, durante años pareció que ambos no podían tener hijos lo que apeno al hombre de tal forma que lo debilito, haciéndolo envejecer mas rápido que a su mujer.

Un día tristemente falleció Alberto y alegremente Franca quedo esperando una niña de su marido también casi moribundo. Al fallecer el “abuelo” Luisa se sintió sola y quiso morir y dijo al pueblo:
“Queridos amigos y familiares no puedo seguir viviendo porque mi aire se fue, sin embargo no puedo fallecer porque nunca he dado mi don por eso esperare nueve meses más solo para que nazca mi nieta y darle este poder…”

El pueblo triste y obediente aguardo los nueve meses, pero para sorpresa Norma también esperaba nuevamente y con la misma fecha que nacía su sobrina nacía su hija, ella dado que no ansiaba tanto ser madre como Franca no lo había notado pero al pasar de los meses fue obvio.

Las dos niñas nacieron en la misma habitación Pamela hija de Norma no era tan bella pero si muy alegre, Camila era realmente preciosa colorina como la abuela. Cuando apareció Luisa a conocer a sus nietas nunca menciono a cual entregaría el don simplemente beso la cabeza de cada una Pamela rio y Camila solamente sonrió.

Luego la abuela con pasos lentos se acostó sobre el pasto en donde dormía arropado su marido y falleció plácidamente, Luis con la emoción de ser padre y la pena de quedar sin madre falleció a los pocos días, por lo que Franca decidió viajar con su hija donde la familia de ella a buscar protección casi nadie en el pueblo alcanzo a ver a Camila solo la Señora que vendía café y su tía Norma.
Pamela Henriquez G.